Tener una postura correcta siempre será relevante, seas un corredor o no. El posicionamiento correcto de nuestro cuerpo al movernos permite que tus nervios fluyan libremente de tu cerebro a tus músculos, articulaciones, etc. y que tus órganos funcionen correctamente.
Al correr tendemos a perder la postura cuando estamos cansados. El estrés de tu cuerpo causa que busquemos relajar ciertas partes inconscientemente como los hombros o el cuello. Sin embargo, una postura correcta podrá salvar tu carrera en las pistas y tu carrera como corredor a la larga, pues mejorará tu salud y desempeño significativamente.
La postura correcta es esencial para lograr una condición física ideal y evitar lesiones. Lo primero que debes saber es que estar derecho mientras corres reduce el estrés de tus músculos y ayuda a que tus pulmones se llenen más fácilmente. Esto hará que tu resistencia física sea mejor pues puedes respirar
con mayor libertad y eficacia. Claro que solo lo lograrás si mantienes tu cuerpo relajado y tu mente motivada, para así evitar estrés en las partes del cuerpo que no utilizas al correr.
La primera parte del cuerpo que debes tener en cuenta es tu cabeza. Si tu cabeza voltea hacia abajo o está por delante del resto de tu cuerpo, esto generará estrés en el cuello y hombros. A la larga esto provocará daños en los nervios que puede derivar en problemas del sistema nervioso. Lo ideal es
mantener tu cuello y cabeza alineado con tu cabeza, siempre mirando al frente.
Los hombros son la siguiente parte del cuerpo que debes tomar en cuenta. Si están hacia adelante la carga en tu caja torácica es mayor, lo que puede dificultar la respiración, pero si los echas para atrás puedes desequilibrarte y lastimarte. Por ello, siempre mantén la espalda recta, con los omóplatos lo más pegados que puedas y los hombros relajados y alineados con tu cadera.
Sin duda la cadera es la sección principal donde se concentra la postura. Es de suma importancia que realices ejercicios de calentamiento para tu cadera antes de salir a correr, sobre todo si pasas gran parte del día sentado. Debes saber que solamente tu torso puede impulsarse hacia delante, de esa manera tendrás mayor extensión en tu cadera y hallarás tu centro de gravedad.
No nos podemos olvidar de los brazos, pues es muy común que los corredores los dejen caer cuando están cansados. Dobla los codos y mantén tus brazos a 90 grados a la altura de la cintura, con los codos hacia adentro. Evita que tu braceo sea brusco pues esto desestabiliza el cuerpo y consume más energía, éste debe ser relajado y alternado para fomentar la cadencia y movimiento del cuerpo. Otro punto que tomar en cuenta es evitar apretar los puños, pues esto genera más estrés.
No hace falta decir que las piernas son las extremidades más importantes para los corredores, y obviamente son importantes para la postura también. El movimiento debe empezar con las rodillas impulsándose hacia delante y apoyándose con la pierna trasera, para después levantar el talón de esta pierna y avanzar. Con esta tracción el movimiento será constante y correcto.
Finalmente, tus pies también juegan su parte en la postura correcta. Alínealos con tu torso con los dedos siempre apuntando hacia adelante para evitar moverlos mientras corres. Así el desgaste de tus pies será menor y evitarás lesiones y molestias mientras mantienes tu cuerpo sincronizado.