Seguro que has oído hablar de la cadencia de carrera en conversaciones con otros runners, en vídeos o en artículos sobre cómo correr mejor. A menudo se presenta como un número mágico, una métrica compleja reservada solo para atletas de élite. Pero la realidad es mucho más sencilla y accesible. Entender y optimizar tu cadencia es una de las herramientas más poderosas que tienes para correr de forma más eficiente, reducir el riesgo de lesiones y, en definitiva, disfrutar más de cada zancada. Creado por el equipo de Club de Corredores, este artículo desmitifica el concepto para que puedas encontrar tu ritmo ideal sin volverte loco.
¿Qué es Exactamente la Cadencia de Carrera?
La cadencia de carrera, también conocida como frecuencia de zancada, es simplemente el número de pasos que das por minuto (ppm) al correr. Imagínalo como el ritmo de una canción: un ritmo más rápido implica pasos más cortos y frecuentes, mientras que uno más lento se traduce en zancadas más largas y espaciadas.

¿Por qué es tan importante? Una cadencia adecuada influye directamente en tres aspectos clave:
- Eficiencia: Una cadencia más alta suele implicar que pasas menos tiempo en el aire y que tu pie aterriza más cerca de tu centro de gravedad. Esto reduce el “efecto freno” que ocurre al dar zancadas demasiado largas (overstriding) y te ayuda a aprovechar mejor la energía.
- Reducción del impacto: Al dar pasos más cortos y rápidos, las fuerzas de impacto que absorben tus articulaciones (tobillos, rodillas, caderas) en cada aterrizaje son menores. Un estudio publicado en el Journal of Sports Sciences [enlace externo a estudio de PubMed] demostró que incluso un pequeño aumento del 5-10% en la cadencia puede reducir significativamente la carga en estas articulaciones.
- Prevención de lesiones: Consecuencia directa de lo anterior. Menos impacto acumulado se traduce en un menor riesgo de sufrir lesiones comunes como la periostitis tibial, el síndrome de la cintilla iliotibial o la fascitis plantar.
El Mito de los 180 PPM: ¿Verdad Absoluta o Referencia?
Si has investigado sobre la cadencia de carrera, es casi seguro que te has topado con el número mágico: 180 pasos por minuto. Esta cifra se popularizó gracias al legendario entrenador Jack Daniels, quien observó que la mayoría de los corredores de élite en los Juegos Olímpicos de 1984 mantenían una cadencia de 180 ppm o superior.
Sin embargo, es crucial entender que 180 ppm no es una regla de oro, sino una referencia. La cadencia óptima es personal y depende de múltiples factores como tu altura, tu peso, la longitud de tus piernas, tu nivel de condición física y la velocidad a la que corres. Obsesionarse con alcanzar los 180 ppm desde el primer día es un error común que puede llevar a la frustración e incluso a una técnica antinatural.
Piensa en los 180 ppm como el horizonte, no como el primer escalón. Para la mayoría de los corredores populares, una cadencia entre 165 y 175 ppm ya supone una mejora sustancial y segura.
Cómo Medir tu Cadencia de Carrera Actual (Sin Complicaciones)
Antes de empezar a cambiar nada, necesitas saber cuál es tu punto de partida. Afortunadamente, medir tu cadencia es muy fácil.
El Método Manual: Cronómetro y a Contar
Es la forma más sencilla y no requiere tecnología. Durante una carrera a tu ritmo habitual y en terreno llano, haz lo siguiente:
- Inicia un cronómetro durante 30 segundos.
- Cuenta cuántas veces aterriza un solo pie (por ejemplo, el derecho) en esos 30 segundos.
- Multiplica ese número por 4 para obtener tus pasos por minuto corriendo totales. (Ejemplo: 42 pasos del pie derecho en 30s -> 42 x 4 = 168 ppm).
Repite el proceso un par de veces para obtener una media fiable.
La Tecnología a tu Favor: Relojes y Apps
La mayoría de los relojes GPS modernos (Garmin, Polar, Coros, Apple Watch) miden la cadencia de forma automática y te la muestran como un dato más en el resumen de tu actividad. Es la forma más cómoda y precisa de monitorizar tu progreso a lo largo del tiempo.
Guía Práctica para Aumentar tu Cadencia de Carrera
Una vez que conoces tu número base, el objetivo es aumentarlo de forma gradual. Un incremento brusco puede ser contraproducente. La clave es la paciencia y la consistencia.
Paso 1: Establece un Objetivo Realista
El objetivo inicial debe ser aumentar tu cadencia actual en un 5%. Por ejemplo, si tu cadencia base es de 160 ppm, tu primer objetivo será alcanzar los 168 ppm (160 x 1.05 = 168). Concéntrate en mantener esa nueva cadencia durante pequeños intervalos en tus carreras y ve aumentando la duración a medida que te sientas cómodo.
Paso 2: Usa un Metrónomo
La herramienta más efectiva para entrenar la cadencia es un metrónomo. Hay muchas apps gratuitas para smartphones (como Metronome Beats) que puedes usar. Configura la app a tu cadencia objetivo (ej. 168 ppm) y sincroniza el aterrizaje de tus pies con cada “bip”. Al principio puede parecer extraño, pero tu cuerpo se adaptará rápidamente al nuevo ritmo.
Paso 3: Céntrate en la Sensación, no en el Número
Para mejorar técnica de carrera, no solo pienses en mover los pies más rápido. La idea es acortar la zancada. Concéntrate en estas sensaciones:
- Pies ligeros: Imagina que el suelo está caliente y quieres pasar el menor tiempo posible en contacto con él.
- Aterrizar bajo tu cuerpo: Asegúrate de que tu pie aterriza justo debajo de tus caderas, no muy por delante.
- Aumenta la frecuencia, no la velocidad: Inicialmente, mantén tu ritmo habitual. El objetivo es dar más pasos para cubrir la misma distancia, no correr más rápido.
Paso 4: Incorpora Drills y Ejercicios
Ciertos ejercicios pueden ayudarte a mejorar la reactividad de tus pies y a asimilar una mayor cadencia:
- Saltar a la comba: Es excelente para desarrollar pies rápidos y un aterrizaje ligero.
- High Knees (rodillas arriba): Focalízate en la rapidez del movimiento, no en la altura.
- Butt Kicks (talones al glúteo): Ayuda a acortar el péndulo de la pierna y a agilizar el ciclo de la zancada.
Integrar estos ejercicios en tu calentamiento un par de veces por semana puede marcar una gran diferencia. Para elegir el calzado adecuado que complemente tu técnica, consulta nuestra [enlace interno a /guia-zapatillas/].
Tu Ritmo, Tu Carrera
Optimizar tu cadencia de carrera no se trata de perseguir un número arbitrario, sino de encontrar el ritmo que te permita correr de manera más fluida, segura y eficiente. Escucha a tu cuerpo, sé paciente con el proceso y utiliza las herramientas que te hemos dado como una guía, no como una imposición. Al dar pequeños pasos (literalmente), estarás dando un salto gigante en tu evolución como corredor.
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Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Cuál es una buena cadencia para un corredor principiante?
No hay un número único, pero muchos principiantes suelen tener una cadencia baja (150-160 ppm). Un buen objetivo inicial sería intentar acercarse a la franja de 165-170 ppm de forma gradual, centrándose siempre en la comodidad y en evitar zancadas demasiado largas.
¿Aumentar la cadencia me hará correr más rápido?
No directamente, al menos al principio. El objetivo inicial es mantener tu velocidad actual pero con más pasos. Sin embargo, a largo plazo, una cadencia más eficiente te permite gastar menos energía, lo que puede ayudarte a mantener un ritmo más rápido durante más tiempo o a terminar tus carreras sintiéndote más fuerte.
¿Tengo que cambiar mi zancada para mejorar la cadencia?
Sí, ambos conceptos están íntimamente ligados. Para aumentar la cadencia sin aumentar la velocidad, inevitablemente tienes que acortar tu zancada. Piensa en “pasos más cortos y rápidos” en lugar de “mover las piernas más rápido”.
¿Cuánto tiempo se tarda en acostumbrarse a una nueva cadencia?
La adaptación es progresiva. Puedes empezar a sentirte más natural con la nueva cadencia en 2-3 semanas si la practicas de forma consistente en tus entrenamientos. La adaptación neuromuscular completa puede llevar entre 4 y 6 semanas.


