Un desgarre o tirón es la rotura parcial o completa de las fibras musculares cuando éstas han sufrido un fuerte impacto, es decir, un movimiento muy brusco (lesión traumática). Además de afectarse las fibras musculares, también pueden dañarse estructuras de la misma área, como el tejido conjuntivo que rodea los vasos sanguíneos. Desde Club de Corredores, te ayudamos a entender las causas de desgarres musculares y cómo prevenirlas de manera efectiva.
Los desgarres pueden presentarse tanto en músculos sanos como en enfermos, es decir, que ya han sufrido alguna lesión. Es más, estos últimos son más frágiles y corren mayor riesgo de verse afectados. En músculos sanos, la lesión se presenta en cualquier tipo de persona, pero es más común en deportistas, tanto élites como aficionados, por la actividad que realizan.

Causas de Desgarres Musculares
Los desgarres musculares pueden ocurrir por diversas razones que afectan directamente la integridad de las fibras musculares.
Factores principales detrás de los desgarres
Son varias razones que llegan a producir un desgarre muscular, entre ellas:
Traumatismo
Las colisiones o golpes directos, especialmente comunes en deportes de contacto como el fútbol americano o el rugby, pueden causar daños significativos a las fibras musculares.
Sobreesfuerzo o fatiga muscular intensa
Realizar actividades físicas que exigen más de lo que el músculo puede soportar, como levantar peso excesivo o correr largas distancias sin descanso adecuado, incrementa el riesgo de desgarre.
Mala circulación sanguínea
Cuando el flujo de sangre hacia los músculos es insuficiente, el tejido muscular no recibe el oxígeno ni los nutrientes necesarios para funcionar adecuadamente, lo que genera acumulación de toxinas y debilita su estructura.
Mala preparación del músculo
Saltarse el calentamiento o realizarlo de manera deficiente impide que los músculos alcancen la flexibilidad y elasticidad óptimas, haciéndolos más propensos a lesiones durante el ejercicio.
Sedentarismo
La inactividad prolongada debilita las fibras musculares, volviéndolas menos resistentes y más vulnerables a lesiones incluso con esfuerzos moderados.
Desnutrición
La falta de nutrientes esenciales como proteínas, vitaminas y minerales reduce la capacidad de regeneración y fortaleza de las fibras musculares, aumentando la susceptibilidad a desgarres.
Además, entender por qué dan calambres es esencial para prevenir molestias que podrían derivar en lesiones mayores.

Tipos de Desgarres
Los desgarres musculares se clasifican en distintos tipos según su ubicación y la estructura muscular afectada.
Clasificación según la gravedad
Los desgarres se clasifican dependiendo de su gravedad, y sólo un especialista puede determinarla realizando una serie de análisis, incluso con ultrasonidos, para dar un diagnóstico certero. Por lo general, se dictaminan tres grados:
1er grado o leve
- Estiramiento o rotura de alguna fibra muscular.
- La persona experimenta una molestia ligera y puede haber movilidad completa.
2do grado o moderado
- Rotura moderada de fibras del músculo y del tendón.
- La palpación en la zona afectada es dolorosa, hay hinchazón y pérdida de movimiento.
3er grado o grave
- Rotura completa del músculo, de la unión miotendinosa o de la inserción del tendón.
- Hinchazón, menos capacidad de movilidad y dolor intenso.
Cómo Detectar el Desgarre
Síntomas y signos de un desgarre muscular
- Síntomas: Al momento de producirse se presenta dolor con punzadas y en ocasiones puede escucharse un chasquido.
- Signos: Hinchazón, inflamación por edema y hemorragia interna que puede provocar moretones.
Tratamiento básico para desgarres
El tratamiento más común es la terapia conocida como RICE (del inglés Rest, Ice, Compression, Elevation):
- Reposo.
- Aplicación de hielo.
- Compresión con venda.
- Elevación del miembro afectado.
Además, la importancia del descanso al correr no puede ser subestimada, ya que permite la recuperación muscular y reduce el riesgo de lesiones.
Tratamientos por Grado de Lesión
1er grado
- Días 1-3: Compresión, hielo, elevación y movilización activa.
- Días 4-7: Hidroterapia, estiramientos leves y ejercicios funcionales con poco peso.
- Día 8: Estiramientos leves y trote ligero.
2do grado
- Días 1-3: Compresión, hielo, elevación, movilización activa y marcha con muletas.
- A partir del día 4: Compresión y estiramientos muy leves.
- A partir del día 7: Hidroterapia, estiramientos indoloros, ejercicios funcionales.
- A partir de la 2ª semana: Estiramientos y trote ligero.
3er grado
- Días 1-3: Compresión, hielo, elevación y marcha con muletas.
- A partir del día 4: Compresión y electroestimulación muscular.
- A partir del día 7: Movilización activa indolora.
- A partir de la 2ª semana: Hidroterapia, estiramientos ligeros y ejercicios funcionales con poco peso.
- A partir de la 3ª semana: Estiramientos y trote ligero.
Recuerda que, al sufrir cualquier tipo de lesión, es imprescindible recurrir a un especialista, quien determinará la gravedad, dará un diagnóstico real y prescribirá el tratamiento adecuado.