La tendinitis de Aquiles es una de las lesiones más comunes entre corredores, especialmente aquellos que aumentan su intensidad o kilometraje sin una progresión adecuada. En este artículo creado por Club de Corredores, exploraremos a fondo las tendinitis de Aquiles causas y tratamiento, ofreciendo una guía completa para entender, prevenir y superar esta molesta condición.
¿Qué es la tendinitis de Aquiles?
La tendinitis de Aquiles es la inflamación del tendón que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón. Este tendón, el más fuerte del cuerpo, es esencial para caminar, correr y saltar.
Cuando se somete a un esfuerzo excesivo o repetitivo, puede irritarse o inflamarse, provocando dolor, rigidez y sensibilidad en la parte posterior del tobillo.

Principales causas de la tendinitis de Aquiles
Aumento repentino de la actividad física
Una de las razones más frecuentes es la sobrecarga en el tendón de Aquiles, ocasionada por incrementos abruptos en el volumen o intensidad de entrenamiento.
Técnica de carrera deficiente
Errores biomecánicos, como pisadas inadecuadas o calzado inadecuado, pueden ejercer presión innecesaria sobre el tendón.
Falta de estiramiento y calentamiento
No preparar adecuadamente los músculos antes de entrenar puede provocar rigidez en la cadena posterior, afectando directamente al tendón.
Otros factores de riesgo
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Edad (más común en personas entre 30-50 años)
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Pronación excesiva del pie
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Entrenar en superficies duras
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Tener sobrepeso
Síntomas más comunes
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Dolor y rigidez en el talón o la parte baja de la pantorrilla, especialmente en la mañana
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Hinchazón leve a lo largo del tendón
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Dolor al caminar o correr
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Sensación de “crujido” al mover el pie
Diagnóstico médico
El diagnóstico clínico se basa en un examen físico, y puede incluir ecografías o resonancias magnéticas para evaluar el grado de afectación. Un diagnóstico temprano mejora significativamente la recuperación tendinopatía Aquiles.
Tratamientos para la tendinitis de Aquiles
Tratamiento conservador
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Reposo relativo: reducir la carga sin dejar de moverse.
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Hielo: aplicar 15-20 minutos, 2-3 veces al día.
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Compresión y elevación: para disminuir inflamación.
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Medicamentos antiinflamatorios: siempre bajo supervisión médica.
Fisioterapia
Una pieza clave del tratamiento incluye:
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Estiramientos controlados del tendón y la pantorrilla
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Ejercicios excéntricos
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Terapias manuales y técnicas de liberación miofascial
Tratamientos avanzados
Si el dolor persiste más de 6 semanas, pueden considerarse opciones como:
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Terapias con ondas de choque
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Inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP)
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Cirugía (en casos severos o crónicos)
Prevención y recuperación inteligente
Para evitar recaídas o una lesión crónica, se recomienda:
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Usar calzado adecuado para correr
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Realizar calentamientos progresivos y estiramientos post-entrenamiento
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Incrementar gradualmente la carga de entrenamiento
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Incluir ejercicios de fuerza para piernas y zona media
La recuperación tendinopatía Aquiles puede tardar entre 6 semanas y varios meses, dependiendo del grado de lesión y la constancia con el tratamiento.
Corre sin dolor: protege tu tendón
Cuidar el tendón de Aquiles es esencial para mantener un entrenamiento constante y libre de lesiones. Identificar las causas, actuar rápidamente y seguir un plan de tratamiento adecuado marcará la diferencia entre una pausa breve o una larga recuperación. En Club de Corredores, te animamos a escuchar tu cuerpo y consultar siempre con profesionales de la salud deportiva.